Sevilla - Catedral

Amorino es un lugar encantador para disfrutar de un buen helado. El ambiente es acogedor, con una atmósfera que invita a relajarse y disfrutar de un momento agradable. El servicio es sencillo y práctico, lo que hace que la experiencia sea fluida y sin complicaciones. Los empleados son muy simpáticos, siempre dispuestos a atender con una sonrisa. Pedí un crepe con dos bolas de helado, de dulce de leche y mango, y fue simplemente delicioso. La combinación de sabores y la calidad del helado hicieron de esta visita a Amorino una experiencia que sin duda repetiré.

La heladería está bien ubicada, el personal es muy atento en especial me tocó Esmirna, una chica que me ofreció helados a probar ya que no sabía cuál elegir. A los amantes de los helados os lo recomiendo 100%.

Helados deliciosos de consistencia firme sabor agradable, no empalagoso además decorados de una manera especial. Recomendados 100%

La heladería es fantástica, con un ambiente y ubicación geniales y una excelente variedad de sabores. Destacar especialmente la amabilidad y profesionalidad de Pilar, que preparó un helado con forma de flor precioso y buenísimo. Definitivamente, un lugar al que volvería sin dudarlo. Muy recomendable para quien busca calidad, creatividad y buen servicio.