Sevilla - Catedral

Amorino es un lugar encantador para disfrutar de un buen helado. El ambiente es acogedor, con una atmósfera que invita a relajarse y disfrutar de un momento agradable. El servicio es sencillo y práctico, lo que hace que la experiencia sea fluida y sin complicaciones. Los empleados son muy simpáticos, siempre dispuestos a atender con una sonrisa. Pedí un crepe con dos bolas de helado, de dulce de leche y mango, y fue simplemente delicioso. La combinación de sabores y la calidad del helado hicieron de esta visita a Amorino una experiencia que sin duda repetiré.

La heladería está bien ubicada, el personal es muy atento en especial me tocó Esmirna, una chica que me ofreció helados a probar ya que no sabía cuál elegir. A los amantes de los helados os lo recomiendo 100%.

La heladería es fantástica, con un ambiente y ubicación geniales y una excelente variedad de sabores. Destacar especialmente la amabilidad y profesionalidad de Pilar, que preparó un helado con forma de flor precioso y buenísimo. Definitivamente, un lugar al que volvería sin dudarlo. Muy recomendable para quien busca calidad, creatividad y buen servicio.

Heladería enfrente de la Catedral. Tiene para consumir dentro del local y unas mesas fuera. Tienen gran variedad de helados y los hacen con forma de flor, muy bonitos. También venden camarons que puedes unir a tu helado, al igual que varios sabores. La atención fue muy buena y por suerte no tuvimos que esperar mucha cola.

Fuimos a comer unas gofres y están muy ricas, tiernas pero crujientes. Para pedir en la máquina, tienes todas las opciones, lo que si estaría bien, es que saliera un papelito, con tu núm de pedidos o nombre, cómo en otros locales de comida.Pedimos con caramelo y dulce de leche, y están tan buenas, que te la comes en un momento. Para el precio que tienen, podrían echarle un poco más de toping. El local está bien, la atención normal.